domingo, 8 de febrero de 2015

LA HISTORIA DE SAMAEL

En un tiempo sin tiempo aún, los primeros hijos de Dios-  Yhavé  o Jehova como era llamado mucho antes de que los humanos siquiera poblaran la tierra.- aparecieron para apreciar la luz de su señor. Creados ellos sí, a su imagen y semejanza, formaron lo que lo que hoy se conoce como ''el paraíso'', un lugar lleno de luz y de paz, donde la oscuridad no tenía siquiera posibilidades de entrar. Creados para acompañar a su padre, los seres celestiales, o ángeles como fueron llamados después, alababan las proezas de su padre del cual nunca jamás podrían desconfiar o contradecir, pues en principio no fue regalados a ellos el don que su creador sí tenía para él: El libre albedrío. Sus creaciones eran como lo que hoy conocemos como máquinas, robots sin sentimientos más de los que Dios les había regalado, como el amor, y la comprensión.

Pero eso llegó ser aburrido, incluso para el todo poderoso, quien completamente cansado de esa monotonía y ''soledad'', creó al hombre, entregándoles a ellos sí, lo que a sus ángeles le hubiera negado... Eso causó en éstos últimos sentimientos que antes no hubieran jamás conocido: Envidia, odio, celos... Los cuales, poco a poco, fueron ensuciando sus corazones puros, llevádolos a ''pecar''. En principio, simplemente, se enfrentaron verbalmente a su señor, para abogar por aquello que su creador les hubiera negado, además del amor incondicional que parecía tener por aquellos mortales que nada tenían de ''maravillosos''. Pero al ser completamente desoídos por el creador, terminaron por revelarse contra él terminando por ser expulsados del paraíso...

Así fue como los primeros ángeles cayeron del cielo, y perdieron sus alas, convirtiéndose en lo que hoy conocemos como demonios, los cuales desean que el hombre deje de creer en aquel creador que a ellos olvidó. Samael, no estaba entre estos primeros seres desterrados, sino que fue creado mucho después, para cumplir un tarea incluso difícil para su creador: Ejecutar su castigo. Los humanos estaban completamente perdidos alabando a seres impuros como los demonios, elevando alabanzas a seres según su señor inexistentes, y eso no podía seguir ocurriendo. Es así que Samael, y otros querubines, e incluso arcángeles fueron enviados a la tierra para hacer valer la palabra de Dios.... Cuan grande fue la sorpresa de Samael al encontrarse con criaturas débiles, temerosas de un destino oscuro... rogando porque algún ser superior los escuchara, y les ayudara a remediar los males que en el cielo siquiera se conocían: Hambre, dolor, soledad, frío, enfermedades... ¿Qué tipo de Dios bondadoso permitía que sus hijos sufriesen de esa manera? ¿Qué clase de castigo justo podía darles que ya no estuvieran sintiendo allí?

Su padre les había mentido, había dicho que el hombre era pecador por naturaleza.... pero el primero en pecar había sido aquel omnipotente creador, que sólo pensaba en sí mismo. Vanidad era su pecado, y así se lo hizo saber Samael cuando se presentó frente a su trono. Serafines y Querubines cantaban sus alabanzas hacia aquel Dios insensible, aquel Señor de Luz que nada sabía de bondad.

"Abre las puertas del paraíso para todos tus hijos, Señor" Fue lo que alegó contra él, pero no fue más que negativas las que recibió. Ahora entendía a sus hermanos, entendía porqué se habían revelado como lo hicieron... pues él también tuvo que hacerlo, cuando su señor, aquel al que él tanto había amado y respetado, envió a sus arcángeles a luchar contra él. Aquella fue un de las tantas batallas de las escrituras modernas no reflejan, pues fue hace demasiado tiempo ya... mucho antes de que el hombre siquiera supiera escribir. Samael fue expulsado del cielo, pero no cayó a la tierra. No... su señor lo envió a aquel tormentoso lugar donde enviaba el alma de los ''pecadores''. Allí Samael se unió momentáneamente a los demonios, o ángeles caídos que allí vivían. Probó todo aquello que para su raza estaba prohibido, procreó vida con las hijas del hombre... muchas de las cuales fueron exterminadas por los celestiales. Eso no hizo más que enfurecerle, y continuar con la tarea de alejar al hombre de aquel dios que de sus alabanzas se alimentaba su vanidad.

Allí fue cuando el nombre de Samael se hizo presente en los escritos antiguos, nombrándole como el "Veneno de Dios", como el que el Demonio corrompe almas, cosa completamente alejada de la realidad. Incluso se le atribuyó ser la serpiente que tentó a Eva para ser expulsada del paraíso... algo que sólo le causo gracia.

Su vida se mantuvo en las sombras por muchos siglos, incluso milenios, hasta que se dio cuenta que sus hermanos demonios habían perdido el verdadero rumbo, al igual que lo habían hecho los ángeles y Dios mucho antes. Los demonios disfrutaban de lastimar a los humanos, de corromperlos, humillarlos para llevarlos a la completa destrucción... Eso no le agradó para nada y tras enfrentarse a ellos, terminó por abandonar aquel ''infierno'', comenzando a habitar la tierra como un hombre más, utilizando como otras veces el cuerpo de un difunto mortal para poder simular ser uno de ellos (Pues vamos, un verdadero ángel como él no podría adoptar una forma tan pequeña como la de un humano). De ese modo es como ha vivido, cambiando de cuerpo a otro según las épocas, según las modas, según sus gustos...

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